Aún con los rulos de la permanente, una evidente dentadura postiza y las pequeñas imperfecciones propias de la edad como pueden ser las arrugas, la celulitis, las estrías y demás, esta abuela aún se conserva bastante bien y de cintura para abajo y rodillas para arriba está más que pasable. Pues por circunstancias de la vida ha acabado liada con un jovencito que se puede decir se ha convertido en su amante, pero hoy sucedió algo que ni de coña se esperaba y es que el chico la puso a cuatro patas sin ni siquiera preguntar y le metió toda la polla por el culo.