Desde luego, las estrategias de marketing de este tío son todo un éxito, que trabaja vendiendo lencería por catálogo. Ahora, digo yo, ¿con todas sus clientas las ventas acaban con una corrida en las tetas de ellas? Porque claro, todas no serán como esta preciosa latina, un ama de casa tetona que siempre que va a visitarla le hace ojitos. Aunque en esta ocasión hizo más que eso, fue ella misma la que se saco los pechotes y se los mostró al vendedor. Puede que quisiera comprobar si en realidad funcionaba su producto, pero ¿no debía quedarse vestida? Por si las dudas, no iba a menospreciar la exhibición sexual de la clienta, que siempre debía tener razón. Si la madurita estaba cachonda y quería follar, no sería él el que la dejara con las ganas.