Divorciada solo se come las pollas más gordas
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Que no te engañen con sus caritas de inocencia, las señoras mayores son negociadoras duras e implacables, y este tasador de fincas cometió un error al subestimar a esta clienta. Pensó que podía engañarla con su labia para que le vendiera su casa por un precio bajo, pero la vieja no estaba dispuesta a ceder. Así, al tipo no le quedó más remedio que buscar otras tácticas, y cuando todas fallaron, sólo le quedó apelar al sexo xxx. Y claro, cuando vio que el coño maduro se empapaba de inmediato con sus caricias, supo que iba por el camino correcto, aunque no llegamos a saber si la señora cedió finalmente a cambio de orgasmos…