Las citas a ciegas me parecieron una verdadera gilipollez cuando descubrí con la vieja que me había emparejado la web de contactos. Para no ser un maleducado, me quedé a la cena, y nunca me alegré más de haberlo hecho. Luego la madura pelirroja me invitó a su casa, y allí abrió una botella de vino y me contó que era una viuda jubilada, y que hacía mucho que no follaba. Por supuesto no pensaba obligarme, pero para enseñarme el material que tenía a mi disposición, me hizo todo un show porno en vivo. Lució sus tetas gordas, su culazo y su coño caliente todo lo que quiso, y la verdad es que me puso bastante cachondo.