Estas fiestas de pijos siempre quieren dar la sensación de respetabilidad y gente seria… Y resulta que son los más degenerados de toda la sociedad. Fíjate en estos dos tíos, invitados de honor por el dueño de esta mansión para pasar unos días; y no les ha importado nada el engañarlo follándose entre los dos a su guapa esposa. Claro que ella los provocó descaradamente, con sus mini vestidos que mostraban sus encantos sin pudor. Oye, al final la culpa era del marido cornudo, por tener una mujer tan puta y dejarla que se fuera insinuando a todos sus invitados.