Las armas secretas de una señora ejecutiva
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Con un culo paseándose por toda la casa como el de esta madura ningún tío podría resistirse a él, si siquiera su propio hijastro. No ayuda nada que encima tenga la costumbre de dormir en tanga, aunque en realidad es obvio que lo único que quiere es provocar a los machos de la casa. El marido siempre va con cuatro ojos porque no se fía de ella y con razón, esa puta está más caliente que el infierno. Su esposo ha intentado por todos los medios teletrabajar en casa pero al final su empresa le ha dicho que tenía que hacer acto de presencia. Ese fue el momento perfecto para que el hijastro al fin conociera «en profundidad» a la mujer que se casó con su padre.