Zorra seduce al abogado de su marido
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Cuando se convirtieron en pareja, este tío alucinaba con el coño hot de su novia, siempre mojado y listo para una penetración en cualquier momento. Pero una vez casados descubrió que la cosa podía ponerse mucho más húmeda cuando llegaba la hora del orgasmo. Y es que si antes de la boda de reprimía un poco, una vez convertida en casada la tía no se cortó un pelo en correrse a chorros; y no solo eso, sino que le gustaba practicar el pissing, es decir, mearle encima a su marido sin ninguna vergüenza. Pero no le importa nada al esposo, porque así sabe que la está haciendo gozar como una perra.