Cómo sabían los nietos de esta señora mayor que iban a acertar con su regalo de cumpleaños… Por supuesto, no le han dicho nada a sus padres, seguros de que iban a poner el grito en el cielo. Porque son consciente de que lo normal no es regalar a tu abuela una máquina sexual que la folle automáticamente. Pero oye, la vieja está sola después de quedar viuda; y saben de buena tinta que lleva tiempo sin sexo y es una adicta al porno. Ahora ya no tiene que molestarse en buscar amantes, porque nada más tiene que encender su máquina. Y la gorda cachonda nada más ha de abrirse de piernas y dejar que su coño maduro sea taladrado.