Qué guarra que es la vecina de la casa de enfrente, aunque no lo supe hasta el pasado verano, cuando parece que la cerda milf mostró todo su potencial. A mí me extrañó que sacara una pequeña piscina hinchable al balcón, sabiendo que tenía un hermoso jardín; pero claro, este balcón daba directamente a mi casa, y ella lo sabía. Así que la pillé un día de verano en bikini dándose un chapuzón en la pequeña piscina, pero su cara de zorra me decía que no se quedaría ahí la cosa. Y no me equivoqué, porque al poco empezó a tocarse toda cachonda, quitándose toda la ropa, y masturbando su coño peludo hasta correrse.