Queremos presentaros hoy a María, una sesentona rusa viuda que aunque aún está pasando el duelo del fallecimiento de su marido o quiere dejar atrás su vida sexual. Esto nos parece perfecto porque no sirve de nada encerrarse en casa y privarse de los mayores placeres que tiene la vida, que no es otra cosa que el sexo. No necesariamente tienes que estar en pareja y hay muchas otras formas de obtener placer en solitario. La mujer no necesita consoladores ni juguetes sexuales, le bastan sus manos y su imaginación para hacerse unas pajas increíbles como la que vas a ver en primer plano.