No en vano esta mujer madura lleva muchos años dirigiendo este almacén, nunca ha habido ningún tío que lo hiciera como ella, con tan buena organización y sobre todo con todos los trabajadores tan contentos. Y es que hace tiempo se dio cuenta que tener obreros felices y motivados era lo mejor para que la logística de la fábrica fuera de maravilla, y como la gran mayoría son tíos y ya se sabe que pensamos más con la verga que con el cerebro, ella instauró la costumbre de bajar todos los días a la hora del bocadillo, elegir a uno de los empleados, y hacerle un trabajito fino con sus manos y su boca en toda la polla. El resultado, no ha podido ser mejor…