Imagínate mi sorpresa cuando una noche en la que me quedé a dormir en casa de mi novia, su abuela se presenta en mi dormitorio. Como hacía poco que éramos pareja formal, sus padres me dejaban quedarme en casa, pero en la habitación de invitados; y yo pensé que quizá la vieja se había equivocado de habitación. Aunque se la veía mayor, no parecía que estuviera enajenada, aunque dudé al ver sus ojos vidriosos; pero no, lo que estaba era muy cachonda, la muy cerda. Antes de darme cuenta, la abuela se quitó el camisón y se lució ante mí totalmente desnuda. Y es curioso que eso solamente me puso cachondo; ahí supe que me iba a follar a esta madura peluda, lo que no me esperaba era la marcha que tenía la vieja.