Pues a esto se le llama tener un buen principio de año, sí señor, y lo demás son tonterías. Y eso que cuando esta madura jubilada fue a un cotillón con sus amigas, no esperaba encontrar nada interesante que hacer para regresar a casa, pero poco después de dar las doce, estaba en su cama a cuatro patas, con un pollón penetrando su viejo coño, y delante de una cámara que grababa toda la follada; y de paso, su cara de viciosa, que no sabemos si es por lo bien que se la folla este maromo, porque hacía tiempo que no cataba un rabo, o una mezcla de las dos cosas.