Esas excursiones de jubiladas cada vez atraen a mujeres mayores con aspecto de jovencitas, como si fuera imposible que fueran sesentonas. Desde luego, ninguno de los monitores podía creer que esta morena madura ya no fuera una trabajadora en activo, ni una abuela ya con varios nietos. Y ella hizo buenas migas con uno de los jóvenes, que la invitó a dar un paseo por el bosque algo alejados de los demás excursionistas.  Nadie podía imaginar que a pocos pasos de ellos, la guarra xxx se estaba quitando las bragas, dejando al aire su coño peludo, que el monitor no tardó en follar.