Su tía está muy necesitada de sexo
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Ser una mujer obesa no quiere decir ser descuidada, y esta gorda casada sabe muy bien que a su marido le gustan los coños depilados. Después de un viaje largo y mucho tiempo sin verse, él vuelve a casa por fin, y ella está deseando darle una sorpresa. Así que se mete en la ducha, y con la ayuda de una crema depilatoria, deja su chocho suave y sin rastro de vello. Tan bien se siente con el coño al aire sin felpudo, que los chorros de agua la ponen caliente, y acaba haciéndose un solo de masturbación.