Tarde de vicio con una lesbiana madura
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Menudo cabreo se ha pillado este tío, la asistenta del hogar ha pasado por su casa, y ni siquiera ha hecho la cama. La verdad es que como asistenta deja mucho que desear, y entonces te preguntarás. ¿cómo es que no la despide? Eso lo comprobarás en cuanto veas como la mujer vuelve a casa y él hace el intento de abroncarla: se muere por sus huesos. La muy zorra sabe que tiene el puesto asegurado si le enseña un poco de carne al jefe, marcando tetas y culo. Lo que no esperaba es que esta vez la provocación fuera demasiado, y el tío no se conformara solo con mirar: ahora iba a follarla.