Los descansos en el despacho de este CEO son un poco especiales, no se limitan a tomar café o fumarse un cigarro. De hecho, ahí es cuando más trabaja esta secretaria treinteañera, que lleva ya dos años en el puesto, y no lo cambia por nada. Primero, porque su jefe es un encanto educado y amable, además de guapo; y segundo, porque se liaron la primera semana de trabajo, y desde entonces son amantes. Sus momentos preferidos son cuando llega la pausa del aperitivo, ahí donde debería estar tomando un tentempié. Sin embargo, ahí es cuando la guapa secretaria da todo de sí, follando con su jefe a puerta cerrada, y dejándose petar el culo.