Ahora ya sabes por qué las mujeres van con tanta frecuencia a la peluquería, así que ojo con tus cuernos si tu esposa es una clienta fija. Por lo menos, a esta gorda madura le han hecho un buen apaño, y aunque su cabello ha quedado igual, su coño peludo desde luego ha agradecido la visita. Seguro que su marido no imaginaba que su esteticista se follaba a la obesa clienta con tanta emoción, ni que se pajeaba en sus tetas, ni que la masturbaba con un montón de consoladores… Aunque claro, tiene que reconocer que cuando llega a casa destila felicidad por los poros… a base de corridas.