Cuando mayor es una mujer, más madura viciosa se convierte, y llega un momento en que es realmente difícil mantenerlas saciadas sexualmente hablando. Claro que la gran mayoría de estas viejas es consciente de ello, por eso se buscan la vida y se preparan por si las moscas. Casi todas ellas parecen volver a sus años mozos, metiendo en sus coños maduros los dildos que antaño les dieron tantos orgasmos. Pero cuando tienen a mano al marido o al amante de turno, nunca se resisten a acabar queriendo que las folle una polla de carne y hueso real.