El marido de esta morena tetuda ya sabía cuando se casó con ella que era ligera de cascos, y que en cualquier momento luciría una cornamente importante. En su defensa, hay que decir que la guapa madurita tardó bastante en buscarse el primer amante; y que desde entonces, ha sido más o menos fija con los tres o cuatro que ha tenido. Sólo que ese último lo ha tenido desde hace un mes más o menos; y claro, está como loca con él, todavía con la novedad de follárselo cada vez que puede. Totalmente cachonda y con el coño empapado, la zorra milf se encuentra con él en su piso, y monta su verga como toda una amazona, hasta que los dos se corren como locos.