No, no era broma cuando mi esposa me dijo que, si no la follaba a diario religiosamente, se iba a buscar la vida. Pensé que era un farol, que realmente no se atrevería a buscarse un amante; pero no fue ninguna de las dos cosas. Se buscó por un internet una máquina de follar que costaba un pico; pero cuando protesté, me dijo que mejor eso que gastárselo en gigolós jovencitos como toda una zorra cougar. Bueno, pues tenía razón, ha sido una buena inversión, ahora ya nunca cuenta conmigo cuando quiere echar un polvo. Aunque, la verdad, ahora soy yo quien se siente como un juguete xxx, y además, inútil.