Cuando esta tetona cincuentona vio al jovencito que se encargaba de la limpieza de la piscina, se le hizo el coño Cocacola. No le pega para nada ser una vieja viciosa, la gorda cerda, pero es algo que no puede evitar. Los instintos de cougar le han salido a la superficie, y no dudó en lanzarse a la caza del chaval y de su polla potente. El chico le vio las intenciones, pero como vio que era una de las vecinas de la urbanización, se dejó hacer. Así que ella aprovechó para darle unos cuantos apretones en el paquete, dejándole claro lo que quería; y luego, a tirárselo sobre a la hamaca de la piscina, un buen rato de sexo al aire libre.