Desde luego, el aspecto de este fontanero maduro es el que menos te puedes imaginar en un dominante sexual; y el ama de casa que le abrió la puerta para que le hiciera arreglos, tampoco lo imaginó. Cuando quiso darse cuenta, estaba en la cocina encadenada y amordazada, y con el tipo ante ella pidiéndole toda clase de depravaciones. Sin embargo, de pronto empezó a pillarle gustillo a todo aquello, así que al poco el tipo se dio cuenta de que todo aquello era innecesario. Era inútil querer someter a esta tetona milf, cuando en realidad ella estaba más que dispuesta a ser su esclava sexual, siempre y cuando él la follara bien.