A esta vieja profesora no le queda mucho tiempo para jubilarse y quiere apurar sus últimos cartuchos sexuales antes de que deje de trabajar. Ahora tiene contacto a diario con estudiantes jovencitos y eso le facilita el hecho de poder tener buen sexo con ellos, ya que aunque sea un pellejo aún conserva el morbo que tenía de jovencita y por supuesto la capacidad de seducción. Su truco es enfadarse mucho con sus alumnos diciéndoles que son unos zoquetes y que no aprenden nada, aunque en realidad todo forma parte de un teatro para echar un polvo bien cerdo con ellos.