Tienes que ver la cara de felicidad y el ansia que demostraba esta señora cuando entró en esa habitación sabiendo que iba a follar con un yogurín al que le doblaba la edad. Lo miraba con ternura, de eso no hay duda, pero también con mucho vicio porque a esas edades ya les ha quedado claro que más que enamoramiento lo que hay es un enchochamiento. Por su parte el chico también estaba que le explotaba la polla en el pantalón porque esa señora vestida la verdad es que tenía muy buen cuerpo, cosa que certificó cuando la desnudó y la puso a cuatro patas.